miércoles, 10 de diciembre de 2008

ACTIVIDAD: “Ensalada de cuentos” (Rodari)

PERSONAJES:
- Ogro de pulgarcito
- Hada de Pinocho
- Varita mágica
- Pinocho

VALOR: Libertad

CUENTO: “LA LIBERTAD DE PINOCHO”

En un país multicolor, vivía pinocho, un niño algo travieso al que le gustaba mucho jugar, como a todos los niños.

Una mañana fría de invierno, mientras Pinocho jugaba a las canicas con sus amigos los colores, un ogro malo, malísimo y avispado, lo observaba con envidia a través de sus prismáticos, mientras se ocultaba en su casa del árbol frondoso.

Decidió que era un buen momento para bajar por el ascensor y tomar a Pinocho como prisionero del año del 2008, (de ahí los premios Pinocho).

La cuestión, encarceló a Pinocho en un barril con un agujero por donde solo podía sacar la nariz. ¡Pobre Pinocho y pobre nariz!

Al cabo de unos días sus amigos lo empezaron a echar en falta. ¿Dónde estará Pinocho?

Fueron a casa del Hada para ver si sabía donde se encontraba. Consultó en su bola de cristal y vio que era prisionero del malvado Ogro.

El Hada que contaba con el poder de la Varita Mágica liberó al pobre Pinocho y transformó al Ogro en gusano de seda.

Todos se pusieron muy contentos al recuperar a su amigo Pinocho, quien les contó su trágica experiencia.

“Privado de libertad te sientes muy mal, solo, abandonado… No puedes ver el sol, ni el cielo azul. No puedes saborear ningún alimento ni oler cosa alguna.
Sientes un gran vacío en tu interior y mucha tristeza al no poder compartir con los tuyos tu LIBERTAD” Y… Pin, Pan, Pun bocadillo de atún.

MORALEJA: Si no quieres que te pille el Ogro, cómprate unos zapatos GORILA ¡Qué están de oferta!

COMPONENTES DEL GRUPO:
ANA MARIA RICO PAREDES
VERÓNICA LENGUAZCO GALLARDO
VANESA GUERRERO GIBAJA
SUSANA CERDÁN ALGUIJO
VANESA LÓPEZ MALDONADO

viernes, 5 de diciembre de 2008

VALOR: LA TOLERANCIA

Ingrid Y Curro son una pareja de ancianos que llevan viviendo desde hace unos años un cierto rechazo por parte de sus vecinos. Su hija Raquel es prostituta y de una relación esporádica dio a luz a Andrea.
El chulo de Raquel, llamado Francis la maltrata y no tolera la doble vida de Raquel y siempre le presenta excusas para que esta no pueda ver a su hija pretendiendo que se evada de la responsabilidad como madre, teniendo que dejar a su hija Andrea con sus padres, Ingrid y Curro.
Lo único que pretende Francis es que Raquel sea toda una profesional como prostituta y que no tenga otra cosa en su cabeza nada más que su profesión.
Cuando Raquel encuentra un hueco en su profesión, visita a sus padres y a su hija, estos aceptan verla en los bares y parques de la zona, pero los vecinos que merodean por la zona no toleran su presencia y como siempre acaban rechazando e insultando a Raquel, comentan entre ellos que menudas pintas tiene la madre, con lo buena estudiante que había sido de pequeña, como ha cambiado con el paso de los años, etc. Y todo por culpa de Francis, que desde que lo conoció la metió en ese mundo de la prostitución y de las drogas.
¿Si toleramos la falsedad, el maltrato, la hipocresía, la falta de libertad y de respeto, etc. Por qué no toleramos una profesión tan digna cuando es utilizada como último recurso de sustentos para sus seres queridos?

AUTORES:
Victoria Parres González de las Cuevas.
Mari Luz de la Fuente López.
ENSALADAS DE CUENTOS (RODARI)

VALORES:
· Bondad
· Libertad Sexual
PERSONAJES DEL CUENTO:
· La madre de Pulgarcito
· La Bruja de la Bella Durmiente
· Gepetto
· Cenicienta
· Manzanas envenenadas

DULCE LIBERTAD

Érase una vez un bosque precioso en el que había una casita hecha de manzanas de caramelo, por lo que desprendía un dulce y agradable olor debido a que el ambiente que se respiraba en el hogar era de amor y libertad.
En ésta, vivían una pareja, la Bruja de la Bella Durmiente y la madre de Pulgarcito, que estaba recién divorciada, debido a su homosexualidad.
El divorcio tuvo lugar porque su marido era un hombre muy dominante y no la dejaba salir, arreglarse; tampoco quería tener hijos, (cosa que ella anhelaba desde que desapareció Pulgarcito). En definitiva, no la dejaba realizarse como persona y le reprimía la libertad social. En ésta época, su gran amiga era su apoyo, con lo que nació un sentimiento de cariño y atracción sexual. Atracción que concluyó con la convivencia en la linda casita de manzanas.
Su amigo Gepetto se dedicaba al cultivo de las manzanas y por si había que arreglar algún desperfecto de la casita.
Un día de verano, cuando brillaba más fuerte el Sol, Gepetto entró al hogar a pedir un vaso de agua, debido al acaloramiento que tenía.
Al entrar a la casita con ese aspecto viril y sudoroso, la madre de Pulgarcito recordó su heterosexualidad y volvió a tener esas dudas de libertad, hasta que cayó en los brazos de Gepetto.
Este hecho lo mantuvieron en secreto durante un par de meses.
En este tiempo comenzaron a pudrirse las manzanas de caramelo que cubrían la casita, ya que estaban envenenadas de traición.
La relación de la pareja de mujeres, comenzó a deteriorarse, por lo que la madre de Pulgarcito se marchó a vivir con Gepetto.
La Bruja de la Bella Durmiente, cada vez más apenada, quiso recuperarla acudiendo a casa de Gepetto. ¡Cuál fue su sorpresa! ¡La madre de Pulgarcito estaba embarazada!
La Bruja de la Bella Durmiente, triste y desolada, con los ojos llenos de lágrimas, pidió a su expareja que volvieran juntas al que había sido su hogar.
Deciden regresar juntas a ese lindo lugar, pero al llegar se dan cuenta que su linda casita había sido destruida, por aquellas manzanas envenenadas.
Gepetto, arrepentido de todo lo acontecido, les reconstruyó la linda casita de manzanas. Ésta, poco a poco, volvía a desprender ese olor a manzanas tan rico.
A las pocas semanas nació una preciosa niña, a la que llamaron Cenicienta, cuyo nombre evoca el resurgimiento de la bondad tras un camino de cenizas.
Entre los tres amigos y bajo un clima de libertad y responsabilidad, criaron felizmente a Cenicienta, y vivieron todos felices en esa linda casita.
Colorin colorado este cuento se ha acabado.

MORALEJA:
“Las personas deben ser coherentes con sus sentimientos y libres en sus actuaciones”
AUTORES:
· Marina Saavedra Roldán
· Enrique Pérez Gallego
· José Javier Visiedo Martínez
· Mari Luz de la Fuente López
· Victoria Parres González de las Cuevas

jueves, 4 de diciembre de 2008

Pulgarcito.com

"Ensalada de cuentos"

Tema: Solidaridad




Mª Carmen Fernández Abrante

Mª Jesús López Rueda

Gustavo Javier López Huertas

Mª Josefa Moreno de Acevedo Gallardo

En un recóndito lugar del bosque, había una casita construida con galletas Oreo, bañadas en chocolate blanco. Allí, vivían la “Bruja” y Pulgarcito, que había sido apadrinado por ella, ya que, los Hermanos Hansel y Gretel, se habían ido con una beca Erasmus a Italia.


Mientras tanto en la ciudad, en un estudio soleado, muy bonito, pero como es habitual, hoy en día, con grandes barreras arquitectónicas. Vivían la hermanastra de Cenicienta y el Soldadito de Plomo, al que le faltaba una pierna.


La Hermanastra lo trataba muy mal y no lo sacaba a pasear a la calle. Por lo que su único entretenimiento era chatear por Internet.


Por fortuna, el Soldadito conoció a “Gran Pulgarcito.com”, quien le contaba cosas maravillosas de su vida en el campo.


Pulgarcito pudo convencer a la Bruja de la Casita de Chocolate, y fueron hasta la ciudad en “Escobabus”, recogieron al Soldadito; al tiempo que la Bruja, lanzaba el siguiente hechizo a la insolidaria Hermanastra: “Un, dos, tres, mis Lacasitos te comerás y solidaria te volverás”.


Subieron todos al escobabus y llegaron a la casita rural donde vivieron felices.


ensalada de cuentos valor justicia

ENSALADA DE CUENTOS de Rodari.

Valor: LA JUSTICIA.
Personajes: PADRE DE PULGARCITO, HADA MADRINA DE LA BELLA DURMIENTE Y BLANCANIEVES.

Hace mucho, mucho tiempo, el padre de Pulgarcito y su familia se encontraban en una situación muy difícil: habían perdido casi todas sus tierras por no haber podido pagar los impuestos que le exigía su señor, porque las cosechas habían sido muy malas durante los últimos años. Además también amenazaban con quitarle su vieja casa si no podía hacer frente a sus deudas. Las jornadas de trabajo iban de sol a sol, ningún día podía descansar y aún así, pocos eran los días que tenían algo para comer y eso de cenar no sabían ni lo que era.
A pesar de todas estas injusticias, el padre de Pulgarcito era un hombre voluntarioso y trabajador que tenía esperanzas de un futuro mejor.
Una mañana que se encontraba arando la pequeña parcela de tierra que aún tenía, levantó la vista y se encontró con una linda muchacha que parecía estar asustada y perdida.
La muchacha le contó que vivía con su madrastra en el castillo de su padre que había fallecido no hacía mucho. No sabía muy bien por qué había encargado a uno de los sirvientes que la matase. Menos mal que se apiadó de ella y la abandonó en medio del bosque. Por eso estaba tan cansada, hambrienta y asustada.
El pobre hombre al oír aquellas injusticias sintió gran compasión y compartió con ella lo poco que había de comer para ese día. Durante largo rato pensó y pensó cómo ayudar a la muchacha que dijo llamarse Blancanieves. Se acordó de siete amigos mineros que vivían en medio del bosque, en una bonita casa. Ese lugar sí que era seguro, un refugio perfecto para ella.
Toda la familia y Blancanieves se encaminaron hasta la casa del bosque y allí se quedó bien segura junto a los amigos del padre de Pulgarcito, más conocidos por los del bosque como los siete enanitos.
De vuelta a casa se encontraron con la pero de las sorpresas: cuatro soldados se habían llevado lo poco que tenían y además se encontraban quemando la vieja casa.
No muy lejos de allí se encontraba Justina, el hada madrina de la Bella Durmiente, que como no tenía mucho que hacer con ella (porque ya llevaba durmiendo noventa y nueve años y trescientos sesenta y cuatro días) se dedicaba a pequeños trabajillos por los alrededores: una injusticia por aquí, otra injusticia por allá… Y por fin le tocó el turno al bueno del padre de Pulgarcito, ¡ya era hora!:
_ ¡Hola buen hombre! Vengo observando desde hace tiempo todas las injusticias que sufrís tú y tu familia. Como mi ahijada, la Bella Durmiente, va a despertar hoy mismo con un beso de amor del príncipe; su padre, nuestro rey, despertará con ella (al igual que todos los cortesanos y aldeados) y pondrá orden y justicia en estas tierras, donde tantos señores han cometido abusos en su ausencia. Después de cien años ¡qué revuelto está todo! Tú obtendrás tus tierras y tu casa, el valle volverá a ser fértil, todos podrán trabajar sus campos por una vida mejor y más justa.
Y colorín colorado, el cuento de la Justicia y el padre de Pulgarcito ha terminado.

Carmen Andújar Martínez
Lucía Barón Aragón
María Isabel Moreno Quesada

"¿Tanto tienes, tanto vales?".

Aquella mañana nacía un nuevo día para la pobre Caperucita, qué pena daba, otro día más sin apenas probar bocado. Se levantó entre cajas de cartón, cerca de la casa del Sr. Lobo, el cual vivía entre cabañas de adobe con lámparas de diseño de la tienda más importante y distinguida de la arboleda de "Los 10 árboles". El Sr. Lobo salió a su puerta, bostezó mostrando sus colmillos de oro, cogió el litro de leche que le dejaban cada mañana los borreguitos en su puerta y volvió a su cálido y acogedor hogar. Caperucita se le quedó mirando con ojos llorosos, cara pálida, cuerpo tembloroso del frío que hacía y con los labios totalmente secos deseando saborear una pequeña taza de esa dulce leche.
Se levantó poco a poco y se dirgió hacia la entrada de la casa del lobo y, de repente, aparecieron seis lobos salvajes que cuidaban la casa y la rodearon mostrándole los dientes bien afilados. ¡Pobre Caperucita!, no sabía lo que hacer ni podía defenderse de lo escuálida que estaba. Ante tanto alboroto, salió el Sr. Lobo a la entrada y preguntó cínicamente:
- ¿ Qué haces aquí Caperucita?, ¿qué pintas me llevas desde la última vez que nos vimos....?, ¿quieres algo?.
Caperucita con la voz temblorosa le respondió:
- Mi mi mire Sr. Lobo, llevo varios días sin comer ni beber, duermo entre cartones y bajo el cobijo de los árboles... ¿sería usted tan amable de darme un vasito de leche calentito por favor?.
El lobo, altivo y prepotente le respondió:
- Mmmm... creo que algo puedo darte, ya que me trataste con educación aquella vez que nos vimos en el bosque y me atendiste sin ningún problema... Entra, entra.
Caperucita, llena de alegría, entró en la cabaña del lobo para beber algo caliente. El Sr. Lobo, amablemente aunque de forma prepotente, le dió el ansiado vaso de leche y le dijo:
- Bueno, Caperucita, este vaso de leche representa mi más sincero agradecimiento, ya que, tras la famosa evasión que hice del guardabosques, me seleccionaron en el equipo de cazadores del bosque y hoy en día soy uno de los más famosos. He aquí mi agradecimiento, mi vaso de leche ( y se lo puso en la mesita del salón).
Tras tomarse el vaso de leche, Caperucita se levantó y se dispuso a salir de la cabaña, a lo que el lobo no dijo ni una sola palabra y la dejó marchar sin más.
Desde entonces, cada día Caperucita se levanta y acude a casa del lobo para pedirle su vasito de leche, el cual le sirven amablemente y bien, bien calentito.

Es decir, señoras y señores, cuando Caperucita cuidaba a su abuelita y hablaba con el lobo sin prejuicio alguno ni preocupaciones por ser un desconocido,todo el cuento era perfecto, pero en mi cuento, los que antes ganaban y llegan a perderlo todo, no son cuidados por los demás y nadie se preocupa de ellos, puesto que "tanto vales, tanto tienes" para mucha gente, por desgracia, sigue siendo hoy en día una realidad.

MªLuz de la Fuente López.

LA ANOREXIA:ODIO MI CUERPO

Claudia es una chica que acaba de cumplir 13 años, en el colegio era una niña abierta y simpática que siempre sacaba buenas notas.
Pero desde hace un año, Claudia empezo a odiar su cuerpo porque no aceptaba los cambios bruscos que se iban produciendo en él. Teresa Beixin su mejor amiga, una niña con gran seguridad en sí misma y a la que nada afecta los acontecimientos de sus compañeros acerca de sus orígenes está empezando a notar ciertos cambios de ánimos de su amiga Claudia. Desde pequeñas hojeaban revistas de moda y se iluisonaban pensando en como serían ellas de mayores, se vestían y pintaban como pequeñas mujercitas.
Teresa observa que lo que antes para Claudia era un hobby se ha convertido en una obsesión que le hace odiar su cuerpo y exigirse unos cambios alimentarios que le están empezando a afectar a su salud.
Teresa Beixin busca ayuda en Paqui la madre de Claudia y ambas intentan buscar una solución provocando un enfrentamiento entre ellas y creando con ello una situación de odio.
¿Hubiera Claudia odiado su cuerpo si tuviera una mayor autoestima?

Laura Segura Sarompas
Ana Mª Lares Romero
Carmen Florido León
Laura Soler Soler

CAPERUCITA ROJA DE MELILLA


EL SUEÑO DE MALUCE


Antonio, un hombre que en su juventud luchaba en España en el bando Republicano, tuvo que emigrar a Francia donde conoció a Maluce, una mujer perteneciente a una familia conservadora de clase alta que soñaba con ser bailarina del Mouline Rouge, algo mal visto en aquella época.

Tras varios años de romance a escondidas, y muchas complicaciones como fue el encarcelamiento de Antonio denunciado por la familia de Maluce al considerarlo un extranjero y de ideas y nivel cultural muy distintos a los suyos, consiguen escapar y regresar a España donde pueden dar rienda suelta a su amor, teniendo como fruto a una maravillosa hija llamada Raquel.

Raquel trabaja en la actualidad como actriz-bailarina, haciendo realidad el sueño que su madre no pudo cumplir a causa de la falta de libertad existente en aquella época.

ANA RICO PAREDES
VERÓNICA LENGUAZCO GALLARDO
VANESSA GUERRERO GIBAJA
SUSANA CERDÁN ALGUIJO
VANESA LÓPEZ MALDONADO

Valor: El Amor.



Se me heló el alma cuando recorrí junto a mi hijo esos gélidos pasillos es en los que querían abandonarme.
_ ¿Papá, te gusta este edificio? Preguntó Santi a su padre muy ilusionado.
_ ¡No viviría aquí ni muerto!
_ ¿Vivir aquí? Preguntó de nuevo Santi a su padre.
_ ¡Pues eso! ¿No es aquí donde queréis aparcar a este pobre viejo?
_ ¡Pero qué dices, papá! ¡No digas eso ni tan siquiera lo pienses! ¿Crees que Andrea con esos ojos alegres que hacen chiribitas nada más verte, no te extrañaría? ¿Y Álvaro? ¿No te das cuenta lo bien que los pasa escuchando tus historias del pueblo? Acaso no has pensado en Ángel, ¿podría pasar sin ese paseo que dais todos los días hasta llegar al parque? Perdoname papá si te he hecho sentirte mal. Elena y yo pensamos en darte una sorpresa y enseñarte mi nuevo lugar de trabajo: ¡Me han ascendido! A partir de mañana tendré que venir a este edificio de oficinas, el de los jefazos. Queríamos que te sintieras orgulloso de tu hijo.
Paco miró de nuevo esos pasillos fríos, decorados en blanco y negro. Ahora ya no le parecían tan horrendos y fríos, incluso casi podría decir que parecían elegantes y de buen gusto.
Con una enorme sonrisa, Paco se dirige a Santi:
_¡Anda hijo!, vámonos para casa, pero antes para un momentito en nuestra pastelería favorita, esa tan buena, que quiero compraros un pastelito de esos tan buenos, porque no hay nada mejor que disfrutar de las pequeñas cosas en familia. ¡Te quiero hijo mío!


Mari Carmen Andújar Martínez
Lucía Barón Aragón

La igualdad en el cuento de Caperucita Roja

ANA MARIA SANTAMARIA VALERA
M. CARMEN FERNÁNDEZ ABRANTE
GEMA M. MARTINEZ BARÓN



Iba la igualdad caminando por el bosque en dirección a la casa de la abuelita libertad cuando la asaltó el lobo de la discriminación indicándole un camino equivocado bastante más largo. La discriminación recorrió el camino más corto: el de los estereotipos. La discriminación llegó antes y se comió a la abuelita libertad. Cuando llegó la igualdad entró en conflicto con la discriminación y lucharon. El cazador llamado justicia que pasaba por allí y escuchó la lucha, entró en la casa y “aplicándose” (la justicia) acabó derrotando a la discriminación. Por lo tanto, la igualdad y la justicia restauraron la libertad y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

El valor de la ecología.

ANA MARIA SANTAMARIA VARELA
M. CARMEN FERNÁNDEZ ABRANTE
GEMA M. MARTÍNEZ BARÓN



Érase una vez un hombre llamado Paco que era jefe de una gran empresa que fabricaba productos cosméticos que están dudosamente testados y que provocan problemas en el medio ambiente y como consecuencia en la piel.
Caqui es profesora de instituto y madre de Simona y Pedro. Simona utiliza los productos que Paco fabrica en su empresa y se le ha detectado un problema en la piel causado por dichos productos.
Caqui se acerca a la empresa y le comenta a Paco el problema, a lo que éste responde que es más barato producir de esa manera y que no está dispuesto a tener pérdidas.
Ante la respuesta de Paco, Caqui decide actuar movilizando a su hijo y al resto de compañeros del instituto para que se manifiesten haciendo una sentada frente a la empresa. El problema llega a la prensa y entonces Paco, ante la presión mediática, decide cambiar el sistema de producción de los cosméticos para que no se vuelva a repetir el problema de Simona en otra persona.
De esta manera, Pedro y sus compañeros tomaron conciencia del problema de la ecología y de que unidos de forma pacífica pueden cambiar el mundo.

Caprucita roja llamada Generosidad

Érase una vez una niña llamada Generosidad que se encontraba con su padre en casa preparando unas rosquillas navideñas para llevárselas a su abuelo porque le gustaban mucho. Antes de salir de casa, su padre le advirtió que no se entretuviera ni se distrajera con extraños ya que tenía que regresar a casa antes del anochecer. Generosidad asintió con la cabeza y dispuesta a obedecer a su padre, salió con su cestita rumbo a casa de su abuelo. En el camino se encontró con un alegre pajarillo silvestre al que ofreció una rosquilla. Más tarde se entretuvo jugando con un grupo de ardillas con las que compartió parte de la merienda que llevaba. Continuó la senda y vio a un cazador con sus 10 hijos a los cuales les ofreció más de la merienda que llevaba. Al llegar a casa del abuelo, Generosidad se encuentra con el lobo y cordialmente lo invita a merendar. Su sorpresa fue que al sentarse a la mesa y abrir la cesta no quedaba ni una rosquilla. Al momento llaman a la puerta y era el cazador, que agradecido ofreció unas piezas de fruta que comieron todos juntos.


Ana María Rico Paredes
Verónica Lenguazco Gallardo
Vanesa Guerrero Gibaja
Susana Cerdán Alguijo
Vanesa López Maldonado

Valor: La Solidaridad.


Un día muy de mañana, la mamá de Solidarcita Roja le contó que la abuelita se había puesto enferma y como vivía justo en medio del bosque, debía llevarle hasta allí una cesta repleta de ricos alimentos que le harían mejorar muy rápido. Antes de que la niña partiese, su mamá le avisó que en el bosque rondaba un lobo peligroso y hambriento del que todos hablaban, aunque ella nunca lo había visto y mucho menos hablado con él. Le dijo que tuviese mucho cuidado y que no se acercara a él.
La niña que era muy voluntariosa, se puso rápidamente en camino, pues quería mucho a su abuelita y le pareció una buena idea llevarle todos esos ricos manjares.
Llevaba un pequeño tramo del camino, cuando entre los árboles apareció el lobo. Solidarcita Roja parecía haber olvidado las recomendaciones de su madre y se puso a hablar y a escuchar al lobo. Éste le contó que se sentía hambriento, pues desde hacía semanas tan solo había probado alguna seta del bosque. La niña que se puso en su lugar e intentó buscar solución a su problema. No dudó en compartir los alimentos que llevaba y así fue como le invitó a ir hasta la casa de su abuelita. A Solidarcita le gustaba ir a ver a su abuelita y hacerle compañía y pensó que si llevaba a este reciente amigo, su abuela se alegraría enormemente. Podrían pasar una tarde muy entretenida: corriendo, charlando, haciéndose compañía.
Cuando llegaron a casa de la abuelita, entre el lobo y Solidarcita prepararon la mesa para la merienda, se sentaron y comenzaron a hablar, reirse, compartir… Algo de ruido se escuchaba fuera de la casa porque el leñador que trabajaba muy cerca, se asustó al oir tanta algarabía. Sintió temor por si le ocurría algo a la abuelita, pues siempre su casa estaba en silencio, porque no recibía demasiadas visitas.
Cuando entró en la casa, comprendión que lo que allí estaba pasando no era nada peligroso: Una abuelita, su nieta y el nuevo amigo estaban compartiendo un buen rato ante una buena merienda y se unió a la fiesta. Después de pasar un rato tan ameno y agradable Solidarcita Roja propuso que a partir de ahora, todas las semanas dedicarían una tarde a una reunión como ésta: amigos, comida, diversión… Un rato fenomenal.


Lucía Barón Aragón
María Isabel Moreno Quesada

María Jesús López Rueda

Laura Soler Soler

Carmen Florido

miércoles, 3 de diciembre de 2008

"GENEROSIDAD ROJA"

Yendo una mañana Generosidad por el bosque a casa de la abuelita Geni.
En el camino se encontró con el lobo llorando porque se había roto una pata al tropezar con una piedra. Éste le dijo:

- “Tengo frío y hambre y no puedo volver a casa con esta pata rota”

Generosidad le contestó:

- “No te preocupes que yo te ayudaré”

Pensó que podría llevarlo a casa de su abuela para curarle pero se dio cuenta de que ella no podía hacerlo sola así que llamó al móvil a su tío, el guardabosques Genaro.
Este acudió de seguida y ambos trasladaron a casa de la abuela Geni al lobo herido. Cuando la abuela abrió la puerta, le negó la entrada al lobo porque le tenía miedo ya que se pasaba la vida merodeando por los alrededores atemorizando a todo el mundo.
Ante la actitud de la abuela, Generosidad, intercede por él pidiéndole que comprendiera que el lobo estaba enfermo y que necesitaba de su ayuda.
La abuela, ante el reclamo y deseo de su nieta accede y le deja entrar. Una vez dentro lo recostó en su cama, le curó la herida y comenzó a preparar una rica merienda con las cosas que Generosidad traía en su cestita.
El lobo, al encontrarse mejor y creyendo que iban a compartir los dulces y la leche con él, intenta agredir a la abuela que estaba de espaldas en la cocina pero Generosidad que lo ve, lo para y en vez de reprenderle le habla y convence de que valore lo que los demás han hecho por él a cambio de nada. De este modo, el lobo reflexiona y se convence de que su conducta y actitud no es la correcta por querer traicionar a aquellos quienes les han ayudado en uno difíciles y complicados momentos.
Así, después de pedir disculpas se sientan a la mesa para compartir la merienda que preparaba la abuelita y se ríen de lo acontecido llegando a pactar el ayudarse y a los demás siempre que lo necesiten y naciendo entre ellos una gran amistad que durará muchos, muchos años.

“Y colorín colorado, este cuento se ha acabado y el que no lo escuchó se quede pasmado”


AUTORES:
- Marina Saavedra Roldán
- Enrique Pérez Gallego.
- Victoria Parres.
- Rosa Rodríguez Donoso.
- Mª Luisa Alcalde Hernández.